Apegarse al resultado bloquea la mente y nos impide trabajar de manera eficiente. Cuando nos esforzamos por lograr un propósito, es importante poner atención a nuestra mente. La mente debe poder aquietarse y enfocarse en lo que queremos conseguir. Entre más pensamientos llenan nuestra mente, más nos desconectamos de nuestro verdadero propósito. “Los árboles no nos dejan ver el bosque”.
Cuando nos apegamos al resultado, dejamos de ver con claridad, porque estresamos la mente y disminuimos nuestra capacidad para entender lo que nos sucede.
Además de afectar la mente, también afectamos el funcionamiento natural y adecuado de nuestro cuerpo, afectamos nuestros órganos internos y perdemos la capacidad para mantener nuestras emociones estables y para controlar el miedo, la culpa o la rabia. Es la mente lúcida y el corazón puro, lo que necesitamos para confiar, para desprendernos de las situaciones adversas y para conectar con nuestra sabiduría y con la sabiduría que rige el universo.
Es necesario mantener el equilibrio entre mente, cuerpo y emociones, para funcionar desde un estado de armonía que nos permita hacer elecciones correctas, aprender de nuestros desaciertos y avanzar en nuestro proceso, con la capacidad de reconocer cada logro y disfrutar de cada paso que damos en nuestra búsqueda.
Démosle espacio a nuestra mente para que funcione sin obstaculizarla, sin condicionarla, sin estresarla con nuestros tiempos, nuestros afanes y nuestras necesidades.
Tengamos el objetivo claro, asegurémonos que sea para nuestro más alto bien y desapeguémonos completamente del resultado. La solución puede llegar de diferentes formas, no necesariamente como nosotros la deseamos. Permitamos que las cosas fluyan, en el orden y el tiempo correcto.
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混元灵通
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